I.
Sentí que estaba dormido,
que todo era un sueño
malo o bueno, no existe,
solo un sueño en fin
cómo la vida misma
que pasa todos los días
y pasa.
Una buena vida llena de desgracias
o una mala vida llena de alegrías,
y todos tenemos una de esas dos.
Excepto los poetas
que desconocemos la paz.
Nunca entendí la gracia
de ser un torturado,
pero también dice la medicina
que no hay ninguna gracia,
que hay que tomar pastillas.
Conocer mejor una guardia
que el amor materno
para curar dolores
definitivamente tiene que ver
con el dolor en mis palabras.
No ser merecedor de cariño es difícil
sobre todo cuando lo necesitas,
es como que te nieguen el agua:
la deshidratación va a llegar
más pronto que tarde
y lo mismo pasa cuando te secas por dentro.
II.
Hay una voz que retumba
es un eco en un venue vacío
“diez sonidos”
“ochenta y ocho pulgadas”
no entiendo el resto,
el eco no me deja.
Desde que tengo memoria
las noches son ruidosas
porque existen los bichos
que no se duermen tampoco.
Si fuera un bicho
a alguien le importaría mi presencia.
Dormir siempre fue un problema,
nunca sé cuando lo estoy haciendo y cuando no
pero a veces siento que estuve dormido.
Es difícil distinguir
porque en mis sueños siento cosas y pienso
entonces si hago dormido eso
que también hago despierto,
cómo sé cuál es la realidad y cuál un sueño?
III.
No sé lo que es dormirme
en los brazos de mis padres-
ahora soy la madre que pone sus brazos
para recostar a su hija.
Soy una madre que pone la cabeza
en el pecho de un hombre
algunas noches por semana.
Algunas tardes también.
Cómo olvidar que hace años
dormí por primera vez en dos meses
la noche que lo conocí.
Y en ese mismo hombre
aprendí a acomodarme:
a moverme cuando él se mueve,
a respirar cuando él respira,
a amar cuando él ama,
a vivir cuando él vive.
Así con todo lo que hace a una vida
en una cadena de acciones consecuentes
en las que soy seguidor de su iniciativa.
Amo con los ojos entrecerrados
para no distraerme con el dolor,
para no perderme en ese deseo
de morir constantemente.
Quisiera morir en cada beso
para dejar todo ahí en su boca.
El inicio de todo caos,
el entretiempo del sufrimiento,
el fin de la paz.
Vivir estos amores
en el letargo es injusto
cuando solo puedo eternizarlo con la muerte
porque a la vida no la distingo de un sueño.
Espero estar despierto,
espero ser real que ahora
que merezco ser amado
y ya no me voy a secar por dentro.